Consumo de proteína para evitar el cansancio. Durante años se debatió si las proteínas tenían algún efecto sobre el cansancio. Hoy en día, gracias a diversas investigaciones, sabemos que cumplen un rol fundamental. Aprovecha esta ocasión para instruirte en el tema y prevenir un agotamiento extremo.
La variedad en las proteínas
Ya es costumbre que pensemos que todas las proteínas son exactamente iguales. No obstante, esa creencia no es del todo cierta. La única similitud entre una proteína y otra es que están compuestas por un mismo elemento, los aminoácidos.
Pero los aminoácidos están divididos en distintos tipos. Para ser exactos, hay 22 diferentes. A estos se los suele separar en dos grupos. El primero de ellos incluye 9 tipos, e ingresan al cuerpo mediante los alimentos que consumes.
Los otros 13 son producidos por el cuerpo de forma natural. En todo caso, ambos grupos son igual de necesarios. Su valor para el organismo, siendo idéntico, exige que no descuides ninguno.
La relación entre las proteínas y el cansancio
Entre el consumo de proteínas y el cansancio siempre ha existido una relación cercana, pero es apenas ahora cuando la comprendemos. Por ley natural las personas adultas sufren a los 50 años una pérdida de fuerza y musculatura.
Desde luego, no para todas es igual el proceso. Muchos hombres y mujeres suelen ejercitarse desde muy jóvenes. Esa costumbre mas adelante reduce bastante la pérdida que ya hemos comentado. No llega a impedirla, aunque sí la ralentiza de manera considerable.
Tener débiles los músculos se traduce automáticamente en una fatiga y un cansancio constantes. Esto conlleva a que el individuo opte por consumir sustancias que pudieran contrarrestarlo. Es decir, comienza a ingerir vitaminas y suplementos.
El problema es que casi siempre se evade el consumo de proteínas. Y por tanto, el efecto que se busca no es alcanzado, ya que no hay el equilibrio energético correcto. Así pues, la persona en cuestión sigue sufriendo un agotamiento cada vez mayor.
Las funciones de las proteínas en los músculos
Ya resaltamos que la ausencia del consumo de proteínas puede desvirtuar cualquier plan contra el cansancio. Para entender por qué ocurre esto hemos de tomar en cuenta sus funciones:
- Mantenimiento de los músculos. Considerada la función más primordial, el mantenimiento de cada músculo es realizado primordialmente por las proteínas. Ellas se ocupan de preservar cada tejido que los compone.
- Formación de nuevas estructuras. Además de proteger y resguardar tejidos, las proteínas también interceden en la creación de estructuras. Esto va aún más allá de la fuerza muscular, puesto que permite la readaptación del cuerpo a nuevas condiciones.
- Contracción muscular. La contracción de los músculos se deriva directamente de las proteínas. Esta función es tan primordial como el propio mantenimiento, dado que incide en el uso de la musculatura.
- Neurotransmisión. Las proteínas también actúan como neurotransmisores. Ellas manejan todos los impulsos nerviosos que son enviados a los músculos para provocar una respuesta.
Con cuatro funciones de tan capital importancia, queda claro que si careces de proteínas suficientes tus músculos sufrirán. Además de ser incapaces de regenerarse, poco a poco se irá reduciendo su rendimiento.
Ahora bien, de los 600 músculos hay muchísimos que trabajan con los órganos del cuerpo. Tal es el caso por ejemplo del grupo muscular que interviene en los latidos del corazón. Y en el caso específico de las mujeres, existe otro que ayuda a contraer el útero cuando se realiza un parto.
Si los músculos asignados fallan, evidentemente el órgano con el que estén conectados también se resentirá. Por ende, todos necesitan un buen grado de nutrición a través del consumo de proteínas. De lo contrario, se irá manifestando progresivamente la fatiga.
¿Cómo aprovechar correctamente el consumo de proteína para evitar el cansancio?
Ya con toda la información sobre la importancia de las proteínas, es momento de que abordemos cómo aprovecharlas. Para ello te mostraremos una serie de recomendaciones que, si las sigues bien, te garantizarán un agotamiento nulo:
Consumo proteico diario
El consumo de las diversas proteínas existentes ha de ser diario. De esta manera se genera un hábito natural en el cuerpo que ayuda a su aprovechamiento contra el cansancio.
En ese sentido, te recomendamos ingerir proteínas directamente de la carne. Está también la opción de consumir alimentos vegetales o suplementos, pero no igualan a los alimentos de origen animal.
Combinación con ejercicio físico
Las proteínas por sí solas son indispensables para controlar el origen del cansancio corporal. Sin embargo, esa labor se debe fortalecer con la práctica de ejercicio físico. La misma, como es bien sabido, mejora en muy buena medida la masa muscular.
Pero cuando hablamos de esa mejora no nos referimos únicamente al tamaño. Sucede que incluye asimismo un mantenimiento óptimo de los distintos grupos musculares. La explicación tras esto es que el ejercicio impulsa la distribución de las proteínas.
En otras palabras, al ejercitarte estás contribuyendo a que las proteínas que has ingerido se desplacen correctamente. En consecuencia, se les hace mucho más sencillo cumplir su labor. Lógicamente, la falta de ejercicio ocasionará el efecto contrario.
Equilibrio con dieta y hábitos saludables
Los expertos están totalmente de acuerdo en que las proteínas requieren también una vida sana. Esta última a su vez exige que lleves una dieta y mantengas hábitos saludables.
El rol de la dieta es muy fácil de intuir. Como en todo lo demás, la alimentación debe ser balanceada. Por consiguiente a las proteínas deben ir sumados los minerales y las vitaminas. En conjunto crean una ecuación alimenticia infalible que proporciona una nutrición ideal.
Por otra parte los hábitos saludables impactan en el agotamiento, ya sea positiva o negativamente. Un buen descanso continuo mantendrá tu cuerpo en excelentes condiciones. Si en cambio te expones a vigilias frecuentes o a horarios de sueño reducidos, la fatiga irá en ascenso.
Ambos elementos mencionados tienen que ir a la par con el consumo de proteínas. De ello dependerá tu situación corporal y energética. Con un agotamiento menor vendrá además un tiempo de vida más prolongado y sano.
