El Desayuno no Deja de ser la Comida más Importante del Día

El Desayuno no Deja de ser la Comida más Importante del Día

Pese a los debates recientes, el desayuno sigue siendo la comida más importante del día. Muchos prefieren optar por saltárselo. Sin embargo, aquí te demostraremos por qué desayunar es tan fundamental y cómo hacerlo correctamente.

La aparición del ayuno intermitente

Culturalmente siempre hemos reconocido al desayuno como la comida más importante del día. Esta visión se extiende tanto en Occidente como en Oriente. Pero hace poco ha surgido una tendencia que intenta cuestionarlo: el ayuno intermitente.

Desayuno, la comida más importante del día
El Desayuno no Deja de ser la Comida más Importante del Día

La nueva moda consiste en retrasar el desayuno hasta la mitad de la mañana. O en un caso más extremo, saltárselo por completo. Todo ello con el fin de procurarse algunos beneficios para la salud. Tal vez el más renombrado sea la pérdida de peso.

El problema de esta nueva tendencia

A la luz de la aparición del ayuno intermitente no han sido pocas las instituciones que han procurado contrastarlo. Cada vez más se evidencia en la población un creciente desdén hacia el desayuno. Además se pone en tela de juicio la función que se le ha asignado siempre.

Por supuesto, han surgido investigaciones que reafirman la eficiencia de la nueva tendencia. Muchas de ellas aseguran haber encontrado una relación causa-efecto entre la omisión del desayuno y el control de grasa corporal. Otras apuntan a la estabilización del colesterol y la glucemia.

En contraste con eso muchos investigadores han descubierto todo lo contrario. Organizaciones académicas como la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad han revelado que el efecto es totalmente opuesto.

Pero más allá de ello el problema real que señalan los expertos es la generalización. Al margen de los hallazgos a favor del ayuno intermitente, no se puede extrapolar esos resultados a toda la población. Cada persona exige una dieta particular, por lo que no hay garantía absoluta de éxito.

Consecuencias de saltarse el desayuno

Para contrarrestar la desinformación y corregirla, los expertos han hecho saber las consecuencias de no desayunar. Entre ellos están especialistas de renombre como Ana María Montero, Cristina Porca y Enric Sánchez. Todos han apuntado los mismos efectos:

  • Desarrollo de sobrepeso. Esta consecuencia ha sido especialmente reforzada por un metaanálisis reciente. Contrario a lo que promete el ayuno intermitente, la falta de desayuno conlleva a la obesidad.
  • Aumento de la fatiga. El cansancio se ve incrementado por el ayuno. Aun cuando no se ha diagnosticado la relación específica entre los dos, se postula que es por la falta de nutrientes.
  • Disminución de la resistencia física. La resistencia física se ve mermada cuando no desayunas. Este efecto se evidencia de manera particular si acostumbras ejercitarte o si caminas bastante a diario.
  • Problemas para dormir. Entre estos problemas se habla de retrasos en el horario del sueño. De ello puede surgir una eventual reducción del tiempo de descanso, lo que también incrementa la fatiga.
  • Desarrollo de problemas cardiovasculares. Aunque no se ha precisado del todo, algunos estudios plantean que el no desayunar incrementa la mortalidad cardiovascular. Es un efecto contrastante, ya que el ayuno intermitente promete más bien reducirla.

Con todo, los investigadores no han cerrado su labor. Enric Sánchez, por ejemplo, afirma que se debe continuar haciendo estudios sobre el tema. Y que hasta no haber llegado a una conclusión incuestionable, es conveniente ser cautelosos con la propuesta del ayuno intermitente.

El desayuno y los deportistas

Una de las poblaciones que más interés ha manifestado en el ayuno intermitente son los deportistas. El mundo del deporte siempre se ha apegado a considerar que la comida más importante del día es el desayuno. Sin embargo, se ha abierto una brecha entre algunos practicantes de élite.

Al respecto se ha pronunciado la ya referida especialista Ana María Montero. En sus declaraciones ha recordado de forma muy subrayada que las pautas nutricionales son completamente individuales. Y que además de las características personales hay que considerar el deporte que se practica.

Por ejemplo, algunos deportes necesitan mucha energía. En esas circunstancias el no desayunar dejaría a la persona en desventaja. En cambio, otros requieren que el deportista esté ligero para que se mueva mejor. Así las cosas, sigue siendo un error generalizar las propiedades del ayuno intermitente.

El desayuno en los niños y los adolescentes

Siempre se ha educado a los niños y adolescentes con la visión del desayuno como la comida más importante del día. Esto sobre la base de su impacto en el desarrollo de cada uno. Ahora se cuestiona un poco si es tan indispensable.

Ciertamente algunos estudios demuestran que quizá pueda pasarse del desayuno. No obstante, los expertos siguen recomendando aprovechar el desayuno en la niñez y adolescencia. Su ausencia puede acarrear problemas como un menor rendimiento en clase.

Otra consecuencia posible es un aumento en la irritabilidad. Ello puede conllevar al niño a tener problemas para concentrarse. Igualmente se habla de un desbalance en los niveles de azúcar en la sangre.

Modelo de un desayuno correcto

Desayuno correcto, la comida más importante del día

En efecto el desayuno es aún la comida más importante del día. Y más que pensar en saltárselo, conviene mejorar los alimentos que lo componen. En ese sentido se ha propuesto cuatro grupos alimenticios:

  • Lácteos. En este grupo se propone primordialmente la leche. Aunque también puede servir el yogur natural.
  • Cereales. Como cereal se puede optar por pan integral. O si no, por avena.
  • Frutas. Las frutas pueden ingerirse enteras o en bebidas. Incluso se puede combinarlas con batidos para hacerlas más llamativas.
  • Proteicos. Aquí van alimentos como el pavo y el huevo. Este último, por su facilidad de preparación, resulta más práctico.

Partiendo de los cuatro grupos podrás establecer un desayuno equilibrado que te brinde resultados óptimos. Puedes aplicarlos con total confianza, ya que tienen un aval académico considerable. Eso sí, debes considerar tu nivel de actividad:

  • Regular. Si no practicas ningún deporte, bastará con unas tostadas de pan integral. Cómelas con un vaso de leche y alguna fruta.
  • Deportista. Si eres deportista necesitarás más energía. Te recomendamos pan, además de cereal y leche. Puedes añadir una naranja.
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